Las mujeres, todas somos parte de una tribu,
he aquí una mujer que pinta a su tribu, la pinta con pasión, con conocimiento, ese que se trasmite por la matriz y que impregna su hacer, realizando una transformación, una alquimia, el camino del descubrimiento de un lenguaje, expresado en el juego
del color y la luz, en la certeza del trazo y en la presión de las pinceladas.
Nos devela a la mujer intensa, salvaje, pura, valiente inocente, a la madre de todo, a la matriz humana.
Entre etnias y colorido, genética y rasgos, paisajes y oficios, ella va plasmando su búsqueda en cada rostro,
en todos los gestos, en la profundidad de las miradas,reconociéndose a veces, en la fuerza de algún color o en la sinuosidad de alguna línea.
Estas mujeres que habitan todos los paisajes y que llenan todos los formatos, son atractivamente poderosas.
Estas mujeres contienen verdades, que solo están ahí, para que cada quien vea, lo que puede ver.